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Instalación de Juego Laberinto de Sal
La
instalación artística entendida como arte contemporáneo que permite ser
utilizado en el ámbito educativo, nos ofrece la posibilidad de crear un espacio
de experimentación para los niños.
Un espacio
preparado para ser jugado, vivido. Susceptible de cambiar en su forma, aspecto.
Espacio de encuentro entre el niño y el contenido. Una idea, un mensaje
intencionado fluye en el ambiente, pero la instalación no será completa hasta
que no integre al niño, su juego.
El artista brasileño Ernesto Neto nos
invita, nos inspira a través de su obra “El cuerpoque me lleva” a reflexionar sobre el
cuerpo, la Naturaleza y el respeto a otras culturas.Su obra se caracteriza por crear
espacios en los que el espectador pueda apropiárselos, volviéndolo así
participe de la creación artística. Trabaja con formas orgánicas, con
materiales como poliester, lycra y nylon.
La idea de Ernesto Neto es ofrecer, a
través de sus obras, una oportunidad para experimentar el mundo que nos rodea
mediante el cuerpo y sus múltiples posibilidades.
Así, fomentamos experiencias, provocaciones e invitaciones de juego, con el objetivo de
acompañar al niño en su desarrollo, maduración y conocimiento de sí mismo y del
mundo que le rodea a través de su cuerpo, su principal herramienta de
aprendizaje. Estructuras colgantes hechas de nylon,
en nuestro caso creadas a partir de medias blancas de espuma y lycra, generan
un espacio en donde se tiene la sensación de estar inmerso en un espacio
atravesado por estalactitas gigantes. El color o la ausencia de este juegan un
papel fundamental.
El blanco de las medias crea la ilusión óptica de una
prolongación del techo de la sala en decadencia hacia el suelo, uniendo
así el plano alcanzado por los niños, el suelo horizontal, con la verticalidad
suspendida sobre sus cabezas. El tejido brotando del techo, envuelve el espacio
como si se tratara de un organismo vivo, como la propia Naturaleza. Dentro de
estas grandes gotas pendientes nos encontramos sal.
La sal, un elemento poco común en
instalaciones pero principal recurso artístico del Japonés, Motoi Yamamoto. El artista dibuja en el suelo durante horas
creando intrincados laberintos, utilizando la sal como un elemento purificador
del espacio y con un significado de memoria,
y es que como el mismo dijo en alguna ocasión “Dibujar un laberinto con
sal es como seguir el rastro de la memoria, con la elección del camino es el
hombre el que decide su propio destino”.
La sal caída de la Instalación inspirada
en la obra de Ernesto Neto a través de perforaciones hechas en las medias, se
une a la sal dispuesta en encrucijadas emulando la creación artística de Motoi
Yamamoto, dibujándose en el suelo el juego de los niños, el movimiento de sus
cuerpos, la elección de sus propios caminos.El lenguaje corporal de los niños, su
creatividad e imaginación, su juego y curiosidad, “Lo que tenemos en común es
más importante que lo que nos hace diferentes” tal y como Neto afirma.
La luz natural con la que comienza el
juego para hacer más visible y patente
la tridimensional de la instalación, el blanco puro de sus elementos, dará
paso cuando el juego en vertical muera, a una luz artificial especialmente
escogida creando un espacio cálido, de recogimiento, donde la sal quedará
relegada a un segundo plano, adquiriendo protagonismo el sentir de su textura
en los pies, las manos, la danza del
cuerpo de los niños.